No podemos pasar por alto, la poca sensibilidad que muestra la familia del piso 4º der. de Castillo de Ocio, 8. tanto por las molestias que originan a la vecindad con los gritos que dan desde sus ventanas y balcón, como por los papeles y desperdicios que arrojan en la zona pública contigua al portal (plazoleta), que bien podrían tirarse a las papeleras cercanas.
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Asimismo, nos parece recriminable la actitud de quienes hacen pintadas en las fachadas de las casas y locales, por cuanto no contribuyen en modo alguno a mantener el barrio limpio, además de suponer un gasto a los propietarios. Si bien en algunos casos la limpieza corre a cargo de los Servicios de Limpieza del Ayuntamiento, éstos los pagamos todos a través de los impuestos.
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